Verde que te quiero verde

Creo que ya lo he contado en alguna ocasión: No me gusta la verdura cruda.. y si, me da rabia, bastante rabia, porque me encantaría que me gustara una simple ensalada de lechuga y tomate, que además te la ponen de acompañamiento cada 2x3, pero ¡¡no!! no’guta.

A lo largo de la vida he ido probando y “aceptando” alguna que otra verdurilla y algún que otro tipo de ensalada. Y concretamente a estas alturas, os puedo decir que son tres las verduras que me gustan crudas:

* Los canónigos
* Las espinacas y
* El perifollo (ésta última sólo la he comido una vez y fue en un restaurante en Rascafría. Me encantó! pero no he conseguido encontrarla...).

También tengo que deciros que me gustan, pero no así hale! la hoja de espinaca en el plato, no... sino que tiene que llevar más ingredientes, por ejemplo, la de espinacas me gusta con nueces y taquitos de queso de cabra.

La de canónigos, que es la que os voy a enseñar, me la preparo con piñones, trocitos de queso (mini burguitos, fetta o cualquier queso que sirva para ensalada) y picatostes. Sal, chorrito de aceite de oliva virgen, vinagre y.. ¡andando!!....

Ahora con el calorcillo, la verdad es que la pongo de acompañamiento casi siempre.

(se me olvidó hacer una foto ya aliñada... cuando me dí cuenta, era demasiado tarde.... me la había "zampao")