El otoño es mi estación preferida -culinariamente hablando-, que yo soy de verano veranito, pero me encantan las
frutas y verduras de esta época del año y la de cosas ricas que se pueden
hacer: las granadas, las mandarinas, las naranjas, las uvas, las alcachofas, la
calabaza....
Ayer me decidí a hacer un bizcocho de mandarina. Ya
hice uno AQUÍ pero éste tiene algunas variaciones. Os animo a que lo hagáis,
aunque solo sea por lo bien que huele la casa.. ummmmm. Me encanta el olor
cuando se hornea un bizcocho... me pasaría el día haciendo bizcochos solamente
por el olor... Deberían existir ambientadores de “olor a bizcocho recién
horneado”... ¿os imagináis?.... estaría todo el día dándole al fus-fus...
Bueno.. y ahora aterrizando en el planeta tierra, os
cuento cómo lo hice.
Ingredientes:
4 mandarinas (en la receta original 3)
1 poquito de aceite3 huevos
2 tazas de harina
1 taza de azúcar
1 cucharadita de esencia de vainilla (en mi caso fue azúcar vainillado)
Preparación:
Lavamos las mandarinas, las
cortamos, si vemos alguna semilla, la retiramos y las trituramos muy bien (con
piel).
Vamos incorporando el resto de ingredientes: los huevos, el aceite, el azúcar, la vainilla y la harina. Mezclamos todo como nos resulte más cómodo. Yo
utilicé las varillas eléctricas. Tiene que quedar una mezcla homogénea y sin grumos
Engrasamos un molde con un poco de mantequilla y vertemos la mezcla.
Metemos en el horno a 180º unos 35’- 40’. Lo iremos vigilando y estará listo
cuando al pinchar con un cuchillo, salga la hoja limpia.
Con un chocolatito caliente... ufffff ya ni os cuento!!!...