Estos días atrás he estado con el estómago jorobado... y con frío, y sin ganas de ná... solamente de estar acurrucada... En fin... un destemple y un cansancio de órdago.
Cuando ya poco a poco iba tolerando el comer algo, solo me apetecían cosas calentitas, de cuchara, pero suaves.
Se me ocurrió prepararme unas patatas guisadas a la viuda, así sin nada, solo patatas, pero tenía en la nevera una bolsa de preparado de sopa juliana y se me ocurrió echarlo. Oye... me quedo un guisito bien rico, y por eso os lo cuento.
Ingredientes:
Una bolsa de preparado para sopa juliana.
Cebolla y ajo.
Patatas
Caldo de pollo
Laurel
Pimentón dulce
Sal
Rehogamos con un poco de aceite la cebolla y el ajo en trozos pequeños. Cuando ya esté todo pochado, añadimos la verdura y damos también unas cuantas vueltas. Incorporamos las patatas chascadas, el pimentón, el laurel y la sal. Rehogamos todo junto antes de incorporar el agua.
Cubrimos con el caldo de pollo (o agua) y dejamos a fuego lento que se vaya haciendo.
No sé cuánto tiempo. A ojo. Cuando veamos que la verdura está blandita y las patatas también. Vamos probando y rectificando la sal -si hace falta-.
Un primer plato estupendo para este frío que está haciendo. No es un guisote de esos contundentes, pero quedan unas patatas muy muy ricas.